Cuando un negocio se consolida y el retailer cree haber dado con la fórmula del éxito, muchos son los que deciden comenzar el proceso de expansión territorial apostando por la fórmula de franquiciar su marca. Pero… ¿qué es exactamente una franquicia? ¿Qué ventajas supone para nuestro negocio? Y, sobre todo, ¿cómo se acomete este proceso?
En primer lugar, es necesario aclarar que el modelo de negocio de franquicia está sujeto a una amplia legislación (Real Decreto 429/2006, Registro de Franquiciadores…), por lo que conviene buscar asesoramiento en una consultora especializada en esta fórmula de expansión.
Ventajas de franquiciar tu negocio
Según la RAE, una franquicia es una “concesión de derechos de explotación de un producto, actividad o nombre comercial, otorgada por una empresa a una o varias personas en una zona determinada”. Se trata de un acuerdo entre el franquiciador o franquiciante (quién cede los derechos de explotación de la marca) y el franquiciado (el que toma esos derechos, como autónomo, persona física o jurídica) mediante el que el primero cede los derechos de explotación de una determinada marca a cambio de una contraprestación económica (canon de entrada, royalties mensuales o anuales…).
El franquiciador no sólo cede los derechos de explotación de su marca o producto, que serán en exclusiva para una zona concreta o no. Además, también facilita a su franquiciado el know-how (saber hacer, política de actuación o modo de funcionamiento de su modelo de negocio), formación continuada y asistencia durante el tiempo que esté vigente el acuerdo y, en ocasiones, otros activos, como el propio software de gestión de la tienda.
Por su parte, el franquiciado también tiene una serie de obligaciones para con la marca, como la confidencialidad respecto al know how, respetar y aplicar los procedimientos de la central franquiciadora (incluidos características y decoración del propio local y cartelería), y, por supuesto, hacer frente a las obligaciones económicas contratadas con la marca.
Entre las ventajas de este modelo de negocio encontramos que es una fórmula de expansión en la que el retailer reduce la inversión necesaria y el riesgo, puesto que es el franquiciado quién asume el coste económico de poner en marcha su tienda franquiciada, y será también quién asuma el riesgo y las consecuencias en caso de que el negocio fracase. Además, y gracias al cobro de los royalties, que serán fijos o variables, y de cumplimiento mensual o anual, rentabiliza campañas de marketing, puede negociar mejores condiciones con los proveedores y ver cómo se conosolida su marca en el mercado.
El franquiciado, a su vez, también se beneficia de un modelo de negocio cuyo éxito ha sido constatado, y en el que únicamente debe copiar y aplicar el know how que se le facilita para asegurar su viabilidad.
Tipos de franquicia
La tipografía del modelo de negocio de franquicia es muy diversa. Si atendemos al tipo de actividad que realizan, nos encontramos con franquicias de distribución, de servicios, de producción, mixta e industrial.
La franquicia de distribución es uno de los modelos más presentes en la actualidad. En este caso, el franquiciado distribuye productos que obtiene directamente de la central franquiciadora, que actúa como una especie de central de compras: franquicias de moda, de panadería o productos Gourmet, supermercados ecológicos…
En las franquicias de producción la empresa franquiciadora es la que fabrica los productos y es además propietaria de la marca. Es decir, la marca que distribuye y la que fabrica es la misma.
Ejemplos de este tipo serían grandes cadenas de moda como Zara o Mango
En las franquicias de servicios, en lugar de mercadería lo que cede el franquiciador es el modo de explotar un modelo de negocio concreto: franquicias de restauración, de alquiler de vehículos, de estética o peluquería, de enseñanza…
Hablamos de la franquicia mixta cuando el franquiciado obtiene el derecho de producir productos y servicios bajo las normas de la empresa franquiciadora. Este sería el modelo de las cadenas de restauración, por ejemplo, y es el imperante mayoritariamente en España.
Y, por último, tendríamos la franquicia industrial, que requiere de una gran inversión y un marco legal complejo, el fabricante del producto cede el derecho a fabricar y comercializar el producto con su marca original. El ejemplo más famoso sería Coca-Cola.
Si atendemos a un criterio de ubicación, nos encontraríamos con la franquicia corner y la shop in shop. La primera es un espacio (rincón) propio integrado en una superficie comercial destinado en exclusiva a una determinada marca. Es el caso de las grandes marcas de perfumería y cosmética, o moda, ubicadas en los grandes almacenes.
La shop in shop es el corner que se identifica como un espacio comercial completo, por lo que sus características son similares a las de un local en calle, pero integrado dentro de un espacio comercial mayor.
Y también existen otros modelos de franquicia, esta vez teniendo en cuenta el territorio en el que operan. Es el caso del master franquicia, una persona física o jurídica a la que el franquiciador cede los derechos de la marca para que los explote en exclusiva en otro país distinto al de origen. El master franquicia actuará en representación del franquiciador en el proceso de expansión en el nuevo destino, eligiendo a los posibles franquiciados, adecuando el know how a la legislación y características del país…
¿Cómo funciona una franquicia?
Los contratos de franquicia establecen todas las condiciones en las que debe desarrollarse el negocio, desde la zona de actuación del franquiciado, a la exclusividad territorial, la actividad, los objetivos de ventas, los servicios de apoyo a prestar por el franquiciador, la política de compras, el sistema de pagos, la vigencia del acuerdo o las causas de rescisión.
Debido al éxito alcanzado por este modelo de negocio y las ventajas que puede suponer para ambas partes, en los últimos años, han proliferado las franquicias en España. Actualmente operan en nuestro país 1.298 marcas franquiciadoras, según los datos de la Asociación Española de Franquiciadores.
Es por esto que incluso los inversores especializados comienzan a dar sus pasos en el modelo de franquicia como apuesta de negocio, dadas las ventajas de los software de gestión actuales (que permiten controlar y gestionar cómodamente la inversión desde cualquier punto geográfico o dispositivo tecnológico), las expectativas de crecimiento que está generando el sector (19.738 millones de facturación al finalizar 2017, 4,2% más que el ejercicio anterior) y el grado de satisfacción de los franquiciados (el 70% estaría interesado en renovar el contrato con su marca una vez finalizado el contrato actual).
http://www.elmundo.es/baleares/2014/06/08/5394419ae2704e5b548b4575.html
De hecho, cada vez son más los empresarios, emprendedores y potenciales franquiciadores que se animan a montar varios locales o sedes de una misma franquicia a la vez, optimizando así recursos y sinergias. Sería otro tipo de actor de entre la tipología que conforma el panorama de la franquicia: el area developer, un franquiciado que adquiere los derechos en exclusiva para explotar varias unidades dentro de un territorio mayor al que correspondería a una franquicia individual, y que se compromete a abrir varios locales en un tiempo estipulado.
Según las consultoras especializadas en franquicia, un 22% de la inversión en nuevas franquicias procede de inversores gestores, un 19% de inversores puros y un 8% de clubes de inversión, inversores especializados, crowdfunding y entidades financieras, que pueden tomar un papel determinante a partir de ahora.
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